Corinna Larsen, que mantuvo una relación sentimental con Juan Carlos I entre 2004 y 2009, manifestó en una entrevista a la BBC que su defensa dará una “dura batalla” en los estratos judiciales al tener ya lista las pruebas que demostrarán que recibió como regalo 76 millones de dólares por parte del rey emérito español.  

Larsen, junto a los gestores suizos Dante Canonica y Arturo Fasana, está siendo investigada por el fiscal suizo Yves Bertossa, quien les ha imputado un presunto delito de blanqueo de capitales y fraude fiscal.

Larsen se enfrenta a dos causas judiciales, una en Suiza y otra en España, por las que podría acabar en la cárcel y, además, perder su fortuna.

El próximo 8 de septiembre, Larsen está llamada a declarar ante la Audiencia Nacional, como investigada, en la pieza Carol, dentro de la causa que se ­sigue contra el excomisario José Manuel Villarejo, por la presunta contratación de sus servicios parapoliciales.

Villarejo, policía jubilado, actualmente en prisión preventiva, está acusado de varios delitos de cohecho, revelación de secretos, falsedad documental, organización criminal y de blanqueo de capitales.

Los dos frentes judiciales abiertos están detrás de las declaraciones de Larsen a la BBC,dirigidas a justificar la propiedad de los 76 millones de dólares como un regalo del rey Juan Carlos, fruto de la relación amorosa que les había unido.

Esa cantidad se corresponde en su práctica totalidad a una donación que, según Larsen, Canonica y Fasana, el rey de Arabia Saudí hizo al anterior jefe del Estado en el 2011, a través de la Fundación Lucum.

Sobre ese mismo dinero, la propia Corinna, en las conversaciones grabadas por el entonces aún comisario Villarejo, en el 2015, afirmó que el rey Juan Carlos I se lo había traspasado, utilizándola de testaferro, al igual que habría hecho con los gestores Canonica y Fasana.

Corinna Larsen, además de dar todo tipo de explicaciones sobre el regalo millonario recibido, aprovechó la entrevista para especular con que, como la cuenta en Suiza de la fundación presidida por el rey emérito Juan Carlos I, en la que entraron y de la que salieron los millones de dólares citados, “habrá cientos de otras cuentas en otras jurisdicciones”.

También afirmó que el “generoso regalo”, según su propia expresión, le fue reclamado por Juan Carlos en el 2014, después de la abdicación. “Me pidió que se lo devolviera, pero creo que fue solamente un berrinche”, dijo.