
La cifra de muertos por el coronavirus de Wuhan ha aumentado a por lo menos nueve, mientras que docenas de casos más se han reportado en China y en lugares tan remotos como el oeste de Estados Unidos, lo que generó temores de una posible pandemia.
Altos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud sostendrán una reunión de emergencia en Ginebra el miércoles, para decidir si el brote que se desarrolla rápidamente constituye una “emergencia de salud pública de interés internacional”, y qué recomendaciones se deben hacer al respecto, incluso potenciales revisiones transfronterizas, mayor vigilancia y despliegue de programas de tratamiento.
Las autoridades sanitarias chinas dijeron el miércoles que se habían confirmado al menos 440 casos en todo el país, con tres nuevas muertes relacionadas con el virus en Hubei, la provincia central china de la que Wuhan es la capital.
Funcionarios en el estado de Washington confirmaron el primer caso en suelo estadounidense el martes. También se han reportado casos en Corea del Sur, Tailandia y Japón, y se han detectado casos sospechosos en Australia.
China anunció el martes que estaba adoptando medidas de prevención y control de Clase A, típicamente utilizadas para brotes importantes como la peste y el cólera. Esto significa que funcionarios de salud tendrán poderes para bloquear las áreas afectadas y poner en cuarentena a los pacientes. China usó anteriormente tales medidas en 2009 para hacer frente a un brote de H1N1, introduciendo cuarentena obligatoria para cualquier persona que haya tenido “contacto cercano” con una persona infectada, incluidos los extranjeros que llegan al país desde áreas donde se han reportado brotes de H1N1.
Li Bin, comisionado nacional de salud de China, dijo el miércoles que las autoridades están al tanto de alrededor de 2.200 casos de “contacto cercano” con portadores de virus conocidos. Con respecto a los casos sospechosos, 715 pacientes han sido dados de alta, mientras que más de 300 pacientes permanecen bajo vigilancia médica.
La enfermedad se transmite principalmente “a través del tracto respiratorio”, dijo Li, y agregó que “existe la posibilidad de mutación viral y una mayor propagación de la enfermedad”.
Si bien hay indicios de que las autoridades chinas están listas para aumentar los controles de viaje, incluido el pedido de que todos los viajes a Wuhan sean cancelados y reembolsados, queda por ver si el virus, que ya se detectó en una docena de ubicaciones, puede ser frenado antes de que el período de viaje del Año Nuevo Lunar comience realmente.
En lo que es la mayor migración humana anual en la Tierra, cientos de millones de personas viajarán a través de China y al extranjero durante el período de cuatro semanas, que comenzó a mediados de enero y continúa hasta febrero. Muchos lo harán en tren o avión, lo que aumenta el riesgo de infección a medida que se ponen en contacto cercano con otros viajeros.
Lo que sabemos sobre el virus
Identificado por primera vez en Wuhan a mediados de diciembre, el nuevo coronavirus (2019-nCoV) pertenece a la misma familia de infecciones que el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS).
Los coronavirus son transmitidos por animales y personas, y la cepa Wuhan se ha relacionado con un mercado en la ciudad que vendía mariscos y animales vivos, incluidas especies silvestres. El SARS estaba vinculado anteriormente a mercados similares, particularmente la venta de gatos de civeta, un manjar en algunas partes de China.
El miércoles, Li, el funcionario de salud chino, dijo que las autoridades provinciales de Wuhan y Hubei deberían endurecer la regulación de los mercados agrícolas y los animales salvajes. También instó al público a evitar las multitudes y reducir las grandes reuniones.
Las autoridades sanitarias chinas dijeron que se confirmó la transmisión del virus de persona a persona, lo que aumenta la posibilidad de propagación. En un caso, 14 médicos y enfermeras que operaban a un paciente del que se desconocía que portaba el virus resultaron contagiados, lo que sugiere que se puede transmitir con relativa facilidad.
La verdadera extensión del virus no está clara y las cifras oficiales pueden ser una subestimación. Un estudio realizado por investigadores británicos estimó previamente, basándose en la propagación del virus en el extranjero en un tiempo relativamente corto, que la cantidad de personas infectadas solo en Wuhan era de alrededor de 1.700.
Sin embargo, hasta ahora, el número de muertes es relativamente bajo y casi todos los casos involucraron personas mayores con condiciones preexistentes: de los más de 400 casos confirmados en China, se han reportado nueve muertes hasta el momento, o 2,25%. En comparación, el SARS tenía una tasa de mortalidad de alrededor del 10% y mucho más alta entre las poblaciones vulnerables.